Y no me refiero a trasplantar órganos, ni a transplantes para dar ejemplo. Me refiero a
grandes ejemplares de plantas.
Durante estos últimos meses ha sido una de las cosas que más he realizado, a nivel laboral. Hemos tratado de salvar grandes y pequeños ejemplares, arrancándolos, para posteriormente, reubicar las plantas que ante las nuevas circunstancias urbanísticas, se podría decir, que eligieron un mal lugar para vivir. Cuando se trata de pequeños ejemplares, el proceso es sencillo. Pero si tenemos ejemplares de 20 o 30 toneladas, la operativa, requiere algo más de infraestructura y técnica. Requiere un despliegue de medios mecánicos y humanos importantes, tanto para la sujección de los cepellones como para las gruas que han de mover a semejantes "nanos".
El resultado, vale la pena. Por suerte, hay gente que se preocupa de reubicarlos, y prolongar su vida.
Durante estos últimos meses ha sido una de las cosas que más he realizado, a nivel laboral. Hemos tratado de salvar grandes y pequeños ejemplares, arrancándolos, para posteriormente, reubicar las plantas que ante las nuevas circunstancias urbanísticas, se podría decir, que eligieron un mal lugar para vivir. Cuando se trata de pequeños ejemplares, el proceso es sencillo. Pero si tenemos ejemplares de 20 o 30 toneladas, la operativa, requiere algo más de infraestructura y técnica. Requiere un despliegue de medios mecánicos y humanos importantes, tanto para la sujección de los cepellones como para las gruas que han de mover a semejantes "nanos".
1 comentario:
Yeh que guapo!
Tiene que ser muy satisfactorio poder recuperar la planta, salvarla.
El esfuerzo tiene que valer la pena seguro. De hecho pienso que sólamente las cosas que valen la pena son sobre las que alguien se ha esforzado en hacerlas. Por el esfuerzo, y por el resultado. Ahí está la recompensa.
Genial.
Ánimus. Este 2008 nos lo papeamos.
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